Quienes tienen gatos saben que son animales nocturnos y de costumbres muy difíciles de cambiar. Muchos, a una hora concreta de la madrugada, se levantan como si les hubiera sonado un despertador interno y comienzan a correr por toda la casa. Saltan por encima de la cama, maullan, piden mimos y parece que estuvieran totalmente locos. Media hora después, tal como llegó ese ataque de energía repentino, se esfuma y vuelven a dormir.
El problema viene cuando estos ataques de energía son continuados y el gato maúlla y no deja dormir no solo a los miembros de la familia, tampoco a los vecinos. Si se ha descartado que pueda tener algún problema de salud, nos queda el intentar algunos trucos para lograr que esa energía tan fuerte que tenga, la suelte a lo largo del día.
Los gatos no precisan de largos paseos como los perros, pero sí que necesitan jugar. Media hora al día por lo menos. Es importante que les dediquemos ese tiempo y mejor si lo hacemos tarde, casi a la hora de acostarnos. Juega con el gato, haz que corra, que salte y que se lo pase muy bien contigo y, cuando veas que se cansa, acaba la sesión con un cepillado que lo relaje y lo deje a gusto.
Ten en cuenta, que llevará un poco de tiempo acostumbrar al gato a que deje sus carreras nocturnas, pero si ves que no es así, prueba con un Tranquilizante natural para gatos que puedes poner en un poco de su comida favorita antes de que sea la hora de dormir. Estos productos son como una valeriana para una persona, totalmente inofensivos. Pero harán que el animal esté más relajado y más propenso a pasar una noche en calma, especialmente si hemos jugado y lo hemos cansado antes.
No debemos de acostumbrar al gato que salta y juega por la noche a que le hacemos caso. Algunas personas caen en el error de levantarse para jugar un poco o acariciarlos y que así dejen de maullar. Pero lo que estamos haciendo es reforzar su comportamiento, ya que ellos verán que lo que han hecho conlleva una recompensa: atención. Para casos desesperados, se pueden tener en la mesilla algunas chuches que tengan una función relajante y ofrecérselas. Seguramente, nos las pida a diario, pero si con eso conseguimos dormir, será un mal menor.